¿UN NUEVO ATENTADO EN CONTRA DE LOS DERECHOS HUMANOS?
Si hay algo a lo que temen los sectores dominantes de una sociedad es a un estallido social. Les resulta insoportable, un desfile ‘alienígena’, una asonada delincuencial. Cuando ocurre aquello, les parece vivir una pesadilla de la que, de inmediato, quisieran despertar. Una contrariedad de las más odiadas. Porque un pueblo, levantándose en demanda de sus derechos, es el peor panorama que puede presentarse ante un gobierno que quiere perpetuar la cotidianeidad; más, aún, cuando ese gobierno lo ejerce, directamente, el gran capital.
CUANDO LA PERVERSIÓN DEL VERDUGO SE TROCA EN VIRTUD DE LA VICTIMA
Aquellos que han sufrido a manos de otras personas, o han visto sufrir a sus familiares, desarrollan, a menudo, tendencias tan agresivas que resulta difícil saber si, en verdad, fueron víctimas de otros seres humanos o si son la edición corregida y aumentada de sus verdugos.