INTERNACIONAL
ELECCIONES EN ARGENTINA: el kirchnerismo no estaba muerto, sólo andaba de parranda
Desde el triunfo en las primarias, con el segundo lugar ( 29,9%), el fascista de Javier Milei, en Las Pasos, (Elecciones 2023), la Prensa y la Televisión se dedicaron a anunciar el fin del kirchnerismo, (y del peronismo) y, además, profetizar la victoria de Milei, candidato que se presentaba como el “salvador de Argentina”, sobre la base de la propuesta de un programa de gobierno que no se distingue mucho del trumpismo, en Estados Unidos, del bolsonarismo, en Brasil, del fujimorismo, en Perú, y de la extrema derecha, en Chile, con su líder, José Antonio Kast.
Todos estos fascismos se caracterizan por el desprecio a la democracia, y sólo consideran válidos cuando triunfan en los comicios, pero cuando pierden no dudan en acusar de fraude y luego, de movilizar a sus seguidores para asaltar el Capitolio u otra Instituciones, como el caso de los seguidores de Bolsonaro en la toma de los Organismos democráticos, en la ciudad de Brasilia; en Perú, Keiko Fijimori está acusada ante la justicia por haber inventado fraude en las últimas elecciones que perdió frente al candidato profesor, Pedro Castillo.
En América Latina, la ultraderecha aglutina a los viudos de las dictaduras militares: en el caso de Argentina, la candidata a Vicepresidenta en la lista de Milei, Verónica Villarroel, (hija de un militar, y comunicadora y seguidora del dictador genocida, Jorge Rafael Videla), se dedica a practicar el negacionismo reduciendo el número de mujeres, niños y militantes de los grupos Montoneros y del Ejército Revolucionario del Pueblo, y los detenidos y desaparecidos llegan a ser un número ínfimo, producto errores de los militares, “salvadores de la Patria”.
El candidato Javier Milei, lejos de ser un outsider, inventado por las cadenas de televisión y por la prensa escrita, (El Clarín y La Nación), se lucía, en a través de la TV, al repetir, una y otra vez, las obras de los ultrarreaccionarios economistas de la Escuela austriaca, Nissis, Hayek, y su enemigo principal se centra Keynes y sus seguidores.
Milei lograba ser invitado a los principales programas de televisión, conducidos por periodistas de derecha, (cuyo programa más famoso, Animales Sueltos, conducido por el periodista Fantino). Milei se caracteriza por utilizar un lenguaje procaz, mediante el cual insulta en forma violenta a quienes él denomina “zurdos y zurdas”. El biógrafo de Milei, Juan Luis Gonzalez, cuto título, “El Loco”, lo retrata como un hombre solitario que, en su infancia, era golpeado por su padre, (conductor de autobús), con la aprobación de su madre. Milei adoptó como su hijo a su perro predilecto, que murió más tarde de cáncer, y basado en la creencia en la reencarnación, está seguro que su perro le indica el camino a seguir. En su actual hogar, los cinco parros forman su “gabinete” ideal. En un momento dado, Milei cree haber recibido el mensaje de Dios, y al igual que a Moisés, le ofreció la “tierra prometida”, que mana leche y miel de la vapuleada presidencia de la República argentina.
Argentina es un país muy especial, y a pesar de su extensión de la producción de materias primas fundamentales, básicamente la agricultura, muestra índices económicos catatróficos, (el dólar, que se vende y se compra en las calles, por intermedio de los famosos “arbolitos”, ha llegado a mil ciento treinta pesos argentinos), cada día más cerca de una hiper inflación, hecho que no es muy raro en la historia política argentina. El “rodrigazo”, en el gobierno de Isabel Perón, impuesto por la devaluación salvaje del Ministro Celestino Rodrigo, y luego por el primer Presidente democrático la última dictadura militar, Raúl Alfonsín, (no logró terminar su período), se acentuó la hiper inflación.
En el mundo, la actual inflación argentina ocupa el tercer lugar, después de Venezuela y Zimbawe. La solución descubierta por los mandatarios argentinos ha sido la de equiparar el Austral, (moneda que reemplazó al Peso al equipararlo al dólar americano). El Ministro de Economía durante el gobierno de Carlos Saúl Menem era considerado un mago de las finanzas: con un dólar, equivalente a un austral, la plata dulce sobraba. Hacía el año 2000, el gobierno de Fernando de la Rúa se vio obligado a pedir a su Ministro de Hacienda, Domingo Cavallo, la implementación del famoso “corralito”, (“robo” a los ahorros de los argentinos), que terminó con una matanza y la huida, en un helicóptero, del Presidente de De la Rúa. A partir de ahí, Argentina tuvo cinco Presidentes hasta la toma del poder por parte de Néstor Kirchner.
El 50% de la población argentina se ubica actualmente en la línea de la pobreza, y la mayoría de sus habitantes sufre de carencia alimenticia: la milanesa y el chorizo se ha convertido en alimentos para ricos, mientras la mayoría de la población debe conformarse con tallarines, o bien, a través de la “olla común”, a donde concurren los pobladores de las villas miseria; incluso, hay casos de personas se alimentan de las sobras encontradas en los tachos de basura, y duermen en las calles.
Javier Milei, ensoberbecido por las alabanzas de los periodistas, se dio el lujo de insultar a los jubilados al llamarlos “meones”, y nada menos, que llamar al Papa Francisco el representante de Satanás.
En las Pasos Milei logró ganar gracias al voto etario de jóvenes y varones. En las elecciones de ayer, 22 de octubre, Milei sólo obtuvo el mismo 30% de las Primarias, demostrando que su campaña no le había servido para aumentar su votación en la elección presidencial de la primera vuelta, con una distancia del 7% de los votos obtenidos por el triunfador peronista, Sergio Massa, quien obtuvo un 37%, (la distancia entre Milei y Massa es de un millón de votos).
Sergio Massa, por su parte, demostró ser muy buen candidato, logrando nada menos que ocho millones de sufragios. Masa en el discurso de agradecimiento a sus votantes Sergio Massa fue muy hábil al llamar un gobierno amplio y de concertación nacional, así como la eliminación de las famosa grieta entre el peronismo y el macrismo. Además, comprendió bien que tenía que ganar el voto de los militantes de la Unión Cívica Radical que, por ningún motivo, votarían por el fascista Milei.
Si comparamos los mapas de las primarias con los de la primera vuelta, esta vez, la mayoría de las provincias, que antes habían votado por Milei, ayer lo hicieron por Massa. El peronismo ganó en la provincia de Buenos Aires, con Áxel Kicillos, con el 44.87 por%, por ejemplo.
La votación de Juntos por el Cambio fue, francamente desastrosa: Patricia Bullrich, con el 23,83% de los votos anuncia el derrumbe del macrismo, sin embargo, el quiebre de su Partido, juntos por el Cambio, va a ser decisivo en la segunda vuelta; solamente su combinación eligió, con el 49,61% a Jorge Macri, en la Capital Federal.
Si bien el triunfo de Massa impidió el auge del fascismo nazismo ultra neoliberal con Milei, el riesgo de la ultraderecha en general sigue presente, no sólo en América Latina, sino también en Europa. La historia no se repite y tampoco estamos en el período entre guerras, sin embargo, la democracia está en peligro, como nunca antes en la historia. Hay que recordar que el fascismo-nazismo no fue más que la expresión vulgar de la ultraderecha. Es evidente que la Internacional fascista, financiada por Fundaciones alemanas, ha logrado, en los distintos países, una votación preferentemente popular, de baja escolaridad.