INTERNACIONAL
GAZA: Morir en Gaza y el mito de Sísifo
El escritor francés, Albert Camus, sostenía que la muerte y el suicidio eran los temas centrales de la filosofía. Para sostener esta aseveración se basó en el mito de Sísifo, (dios griego, condenado a subir permanentemente una piedra hasta lo alto de la montaña, que se caía cada vez que avanzaba).
El conflicto entre Hamás e Israel, sabemos, no es una guerra entre dos Estados, tampoco es una lucha asimétrica: es una contienda entre una potencia nuclear, que posee uno de los ejércitos más poderoso del mundo, frente a una Organización islamista, por consiguiente, es muy difícil la aplicación de las leyes de la guerra, salvo la condena universal a ambos contendientes, a partir del 6 de octubre hasta hoy, 11 de noviembre. Tanto Hamás como Israel no han hecho otra cosa que asesinar indiscriminadamente, especialmente a mujeres y niños y ancianos. Los términos genocidas terroristas son tan válidos para para uno y otro bando en contienda. Tanto Israel como Hamás – la resistencia islámica – se han propuesto aniquilarse, a fin de exterminar, a los ciudadanos civiles de ambos sectores en contienda, razón por la cual el conflicto se prevé largo e insoluble, hasta que uno de los dos termine por vencer al otro, o bien, ambos terminen por aniquilarse.
No se trata de remontarse a dos milenios del conflicto, sino que los reduciremos al fin de la Primera Guerra Mundial: el Imperio turco-otomano era clasificado como “el enfermo de Europa”, y los jóvenes turcos, militares nacionalistas, pactaron con Guillermo II, el Kaiser de Alemania, perdiendo la guerra, el imperio terminó balcanizándose.
Los ingleses, ni cortos ni perezosos, pactaron con las tribus árabes, prometiéndoles que, si ganaban la guerra, se formaría el gran país, con el nombre de “la Gran Siria” el gran héroe de esta hazaña mentirosa fue Lorence de Araba, oficial inglés, quien organizó las tribus árabes para combatir a los turcos.
A fines del siglo XIX el antisemitismo dominaba las élites en países como Francia, Polonia y Rusia. En Francia, el juicio de Dreyfus amenazaba con terminar con la III República. Alfred Dreyfus era un oficial de Lorena, territorio usurpado a Francia por Alemania, en 1870. Dreyfus fue condenado a prisión, que cumpliría en la Isla del Diablo, en la Guyana francesa. El ejército, dirigido por oficiales racistas y antisemitas, condenó a Dreyfus, que era completamente inocente del espionaje por el cual se le acusaba. Durante 10 años, Francia se dividió entre Dreyfusistas y antidreyfusistas. El “ yo Acuso”, publicado el Diario La Aurora, y escrito por Émile Zolá, sacudió a la sociedad francesa, dominada por un ejército racista.
A fines del siglo XIX, se extendió el anti-judaismo en Polonía y Rusia: Teodoro Herzl fundó el sionismo político moderno. El año 1987, en el Congreso de Basilea, se reafirmó la búsqueda de una tierra para los judíos.
Naciones Unidas entregó la Gran Bretaña la ocupación de las tierras árabes en Medio Oriente. A su vez, el imperio de Su Majestad inglés firmó con los franceses el Tratado de sykes-Picot
En 1017, el Ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Arthur Balfour, publicó una declaración la cual sostenía que Su Majestad, el Rey, estaría muy satisfecho que se formara una comunidad sionista en tierras palestinas.
El mandato británico sufrió varios ataques terroristas, tanto por parte de los sionistas, como por los árabes. Agotado el mandato británico, (1947), la ONU repartió Palestina en dos: una para los sionistas y otra para los árabes. Un año después, los árabes fueron derrotados. Por consiguiente, los palestinos tuvieron que huir al exilio, (en Líbano, Jordania y Siria).
En 1967 los países árabes, (Egipto, Siria y Jordania) enfrentaron a los judíos, en la famosa guerra de “Seis Días”, en que Egipto perdió el Sinaí y Gaza, mientras Siria perdió Los Altos del Golán. En los años 60, el gran líder árabe era egipcio Gamal Abdel Nasser, quien entusiasmaba a la población árabe del mundo por la fuerza de sus ideas. En la Guerra Fría fue aliado de los soviéticos. Este líder, con gran audacia nacionalizó el Canal de Suez, provocando a franceses, ingleses y norteamericanos, además de Israel, (este último respondió con la Guerra de los Seis Días). Por su parte, Egipto y Siria intentaron fundar la “República Árabe Unida”, pero no les dio resultado positivo.
En 1973, el Grupo Septiembre raptó a algunos miembros de la Delegación judía, que se encontraban por esos días en las Olimpíadas de Múnich. En octubre de 1973 los judíos celebraban la “ El día del perdón”, (Yom, Kippur), y Egipto y Siria aprovecharon esta situación para atacar a Israel, país apoyado por los norteamericanos que, después de la sorpresa, dieron vuelta a la situación en su favor.
En 1987 se creó el Grupo Hamás, cuyo nombre equivale a la liberación islámica, que compite con la OLP, grupo laico, no confesional.
En 1993, el Acuerdo de Camp David reconoce mutuamente los Estados de Israel y la OLP. En 1981 los líderes Answar el-Sadat y ,Menajem Beguín llegaron a ese Acuerdo.
En 1987 y 2006 Hamás encabeza las Intifadas, (traducido del árabe, significa rebelión). Después de varios Acuerdos se firma el Pacto de Oslo, que consistió en la división de la Cisjordania en tres sectores: el A, administrado por la OLP; el B, en conjunto israelíes y palestinos; el C, administrado por los israelíes.
Gaza y los refugiados palestinos están condenados al trato de seres secundarios, cuando no le toca la muerte y/o el exilio. Esta conflicto demuestra la brutalidad a la cual pueden llegar los seres humanos, condenados a vivir o morir entre bombas.