INTERNACIONAL
ARGENTINA: El Radicalismo argentino se niega a seguir la alianza entre Mauricio Macri y el fascista Javier Milei
Mauricio Macri fue un muy mal Presidente de la República Argentina y además, se cree dueño de la Alianza Juntos por el cambio. Por otra parte, la candidata Patricia Bullrich, de este mismo conglomerado, no vio otra posibilidad que dar el “amen” a la decisión de su jefe, Macri, de apoyar al ridículo payaso antidemocrático, Javier Milei.
Apenas transcurridas unas horas de la derrota de Juntos por el Cambio, Macri llamó a la excandidata Bullrich, (quedó en tercer lugar), para invitarla a su casa con el objetivo de pedir mutuos perdones a los insultos recíprocos, (de Milei y de la candidata) y, además, Milei acusó a Bullrich de haber sido una Montonera, culpable de asesinatos. Milei, que se creía león, se convirtió en un manso gatito manso para lograr el voto de Juntos por el Cambio. Javier Milei ronronea cada vez que Mauricio Macri lo alaba y ya no dirige ningún insulto a su nuevo amo, al desastroso Macri, a quien llama siempre “Presidente”, pues Milei es un gato muy servil.
El hecho de no haber ganado en la primera vuelta exasperó al otrora candidato, en contra de lo que Milei llama “la casta política” y ahora, ante el peligro de volver a perder, el insolente y amenazante loco, Milei, se ha convertido en un mozo de Macri y de la casta política. Los tontos, que creyeron en el candidato anarco-capitalista, se están dando cuenta de que el famoso Milei no es más que un invento de la casta para reemplazar a la ridícula alianza Juntos por el Cambio.
El equipo de campaña no podía ser más monstruoso: la candidata a Vicepresidenta, Victoria Villarroel, es la hija de un militar torturador, durante la dictadura en Argentina, también ejerció como comunicadora y defensora del dictador Jorge Rafael Videla.
Milei ha reemplazado a su hermana y a sus perros en sus vaticinios ganadores por una serie de personajes igualmente ridículos entre sí, y está tan desesperado el fanático Milei que, en un programa de Televisión, se quejó porque había muchos ruidos en el set.
La simple suma matemática de los votos obtenidos por Milei y Bullrich, en las elecciones del pasado domingo 22 de octubre, no aseguran el triunfo de la derecha en la segunda vuelta, que corresponde a una nueva elección que no tiene nada que ver con la primera vuelta.
El candidato peronista, Sergio Massa, ha demostrado ser un brillante político, y su cargo actual de Ministro de Economía tuvo poca injerencia en el categórico triunfo en la primera vuelta, distanciándose con un 7% con respecto al obtenido por Milei.
La Prensa televisiva y escrita había inventado a un Milei triunfador, luego de su éxito en las Primarias, (las Pasos).
La Combinación Juntos por el Cambio al poco tiempo de conocerse los resultados de la primera vuelta, se quebró estrepitosamente.
Por un lado, un sector mayoritario del Partido PRO decidió seguir a Bullrich y Macri, apoyando a Milei; por otro lado, los Radicales decidieron no apoyar a ningún candidato a la presidencia de la nación que, finalmente, terminará apoyando a Massa. El Partido Radical argentino, a diferencia de Mauricio Macri, nunca ha sido fascista. En su larga historia la Unión Cívica Radical ha apoyado a candidatos progresistas, entre ellos el “Peludo”, Hipólito Irigoyen, Raúl Alfonsín, Arturo Frondizi, Arturo Ilia, Fernando de la Rúa, entre otros. Para las elecciones ad portas los radicales se niegan a apoyar a Milei. Sólo Luis Petri, candidato a vicepresidente de la fórmula Juntos por el Cambio, de Bullrich y Macri, declara que no seguiría la orden de Partido, (este militante está expuesto a ser expulsado del Partido Radical).
El presidente del radicalismo, Gerardo Morales, sostuvo que jamás apoyaría a un nazi, como Milei. Los radicales, según Morales, no se jugaban por ninguno de los dos candidatos. El vicepresidente de este Partido, Martín Lousteau sostuvo que la candidatura de Milei “representa las antípodas del radicalismo”.
Macri y sus seguidores, temerosos de la posible derrota de Milei frente a Massa, sostienen que el voto blanco terminaría favoreciendo a Massa y el peronismo, y para infundir miedo, aquellos que se niegan a votar por uno de los dos candidatos, utilizan la cita bíblica de que ´Dios vomita a los tibios´, o al Infierno, del gran poeta Dante, recordando que ´el lugar más terrible del infierno es aquel que está reservado para los indecisos´.
La ultraderecha, tanto en Europa como en América Latina, intenta absorber a la derecha política moderada, (el caso de Macri es un buen ejemplo de este camino), y el fin del centro político está abriendo espacio de penetración de la ultraderecha.