PENSAMIENTO CRÍTICO, PODER Y SISTEMA POLÍTICO-ECONÓMICO.
Al revisar parte de la literatura concerniente al Pensamiento crítico, nos parece adecuado señalar que éste ha sido el “principal escollo” que han debido enfrentar el Poder y el Sistema político-económico, a través del tiempo. Al menos desde la segunda mitad del siglo pasado hasta la actualidad. Proponemos una hipótesis: el Pensamiento crítico regula (o debería regular) el comportamiento de las distintas formas del Poder. Al mismo tiempo, influye (o debería influir) en la adopción del Sistema político-económico imperante. Veamos:
El pensamiento crítico resulta esencial para analizar el poder y los sistemas político-económicos, dado que permite cuestionar las estructuras existentes, identificar sesgos, evaluar (cruzar) fuentes de información y comprender cómo las fuerzas económicas y políticas influyen en la sociedad. Al aplicar el pensamiento crítico queda al descubierto la manipulación y los intereses ocultos que benefician a unos pocos, fomentando así una visión más justa y equitativa de la sociedad.
Es bueno recordar que el pensamiento crítico es la capacidad de reflexionar sobre nuestro pensamiento, cuestionando la información, los supuestos y hasta nuestras propias creencias. El pensar con criterio crítico permite evitar la aceptación pasiva de ideas, incluyendo la desinformación y las noticias falsas; además, fomenta el análisis profundo de la realidad. Al tiempo que el PODER -por su naturaleza- es la capacidad de influir en las acciones, creencias y comportamientos de los demás; es un fenómeno relacional que puede ser utilizado para lograr propósitos individuales o colectivos El poder no se limita a aplicar la fuerza o la coerción: también se ejerce a través de instituciones y medios más difusos, operando a través de mecanismos sociales, políticos y culturales.
Finalmente, en los sistemas político-económicos son las estructuras que organizan la distribución de recursos y el control social, por lo que suelen ser objeto de análisis crítico. Por ejemplo, los debates en torno a la economía política o la crítica al sistema convencional de distribución de recursos. En esas instancias se aplica el acto regulador del pensamiento crítico.
Veamos la conexión entre los tres conceptos señalados:
1. Cuestionamiento de estructuras: El pensamiento crítico permite que los individuos y la sociedad cuestionen las bases de los sistemas político-económicos, examinando si estos promueven la justicia y la equidad.
2. Desenmascaramiento del Poder: El análisis crítico permite identificar cómo el poder se ejerce dentro de estos sistemas para mantenerlos conservando su estructura.
3. Fomento de un cambio social: Al comprender la dinámica del poder en los sistemas político-económicos, a través del pensamiento crítico se abren caminos para proponer y construir alternativas más justas y equitativas.
En síntesis, nuestra hipótesis plantea que el pensamiento crítico es un vigía que no solo observa el desarrollo social, sino que el poder (en todas sus clases) y los sistemas político-económicos no pueden permanecer indiferentes a la presencia del pensar críticamente.Recordemos que, en ciencias políticas, el poder es la capacidad de influir o dirigir las acciones, creencias o conductas de los actores. Como ha quedado dicho, el poder no se refiere exclusivamente a la amenaza o el uso de la fuerza (coerción) por parte de un actor sobre otro u otros, sino que también puede ejercerse a través de medios difusos (como las instituciones).
Si bien los juicios precedentes tienen carácter general en la vida en sociedad, resultan particularmente atingentes en épocas de elección de autoridades.
Observación: A propósito de las campañas de terror impulsadas por el poder económico para evitar los cambios sustantivos que el país requiere -poder que se sirve de la ideología de derecha y de sus badulaques adláteres para manipular a la ciudadanía mediante el miedo y las noticias falsas- hoy es urgente legislar sobre una Ley de Medios. El pensamiento crítico lo exige.
