CONSIDERACIONES ACERCA DE EL PODER.
Como se sabe, dependiendo del enfoque que se aborde, el ‘poder’ puede clasificarse de maneras diversas:
Por su origen (poder divino, humano, social)
Por su forma de ejercicio (personal o institucional)
Por su ámbito de influencia (económico, político, ideológico)
Por su naturaleza (físico, natural o social)
Según su fundamento, existe:
-el poder coercitivo (fuerza o amenaza)
-el poder legítimo (ley o tradición)
-el poder por recompensa (incentivos)
– el poder por referencia (admiración)
– el poder del experto (conocimiento)
– el poder informativo (control de información)
Ahora bien, en un sentido netamente político y social, el poder es la facultad de liderar, influenciar o dominar a otros, a veces mediante la fuerza (sirviéndose del poder militar…)
Pero también existe el PODER PÚBLICO, constituido por el poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, que son la base de un Estado democrático. O sea, el Poder Público es el conjunto de los órganos que constituyen un Estado.
Nota: A propósito del poder Judicial y dada la contingencia chilena actual, cabe preguntarse si los tribunales de justicia están al servicio del poder económico y por recompensa?
En el mismo orden de ideas, resulta evidente que el “caso Dominga” (entre muchos otros) es un paradigma del abuso de poder, en varias de sus formas. Consecuentemente, ese abuso de poder viola los Derechos Humanos (el derecho a vivir en un ambiente limpio, para preservar la vida humana y de la naturaleza; el derecho a la igualdad de trato ante la justicia. Ambos derechos no han sido respetados. ¿Existiría el caso Dominga si ésta se encontrara emplazada en el “barrio alto”?
También resulta evidente que los Derechos Humanos colisionan con la mayoría de los áspides del poder.

